Add parallel Print Page Options

se pusieron a gritar y a llorar, hasta quedarse sin fuerzas. También habían capturado a las dos mujeres de David, Ajinoán, la de Jezrael, y Abigail, la mujer de Nabal, el de Carmel.

David estaba muy preocupado, porque la gente, afligida por sus hijos e hijas, hablaba de apedrearlo. Pero, reconfortado por el Señor, su Dios,

Read full chapter